lunes, 19 de marzo de 2012

Los mejores chimentos políticos y de sociedad

Maratón de despedidas para el embajador de España en Buenos Aires.Durante sus primeros días en el país, hace casi cinco años, cada vez que alguien le preguntaba cómo lo trataba la vida por Buenos Aires, el embajador español Rafael Estrella respondía que estaba divirtiéndose muchísimo. Su mujer, Enriqueta, le aconsejó entonces que evitara esa respuesta porque podía sonar poco seria, teniendo en cuenta su rol diplomático. “No me aburro”, fue la frase que utilizó desde entonces.
 Pero lo cierto es que en los últimos días Estrella podría haber retomado su frase original, porque a pocas horas de dejar la Argentina no sólo no se aburrió, sino que fue protagonista de una maratón de despedidas organizadas por colegas y empresarios. Aunque no es un hombre que eluda los temas espinosos, muchos de los que lo agasajaron lo felicitaban por haber esquivado el tenso tema de YPF, que marcará sin dudas la relación entre Argentina y España en el futuro cercano. Una de las despedidas, por ejemplo, fue la que le organizó José Octavio Bordón. El “Pilo” hizo un almuerzo en su casa bien regado con vinos mendocinos –algunos de 1988–. Allí comentaba Estrella que después de tantos años en la función púbica –ha sido además senador y diputado del PSOE– regresa a la vida académica en la Universidad de Granada. Otro de los que agasajó al diplomático saliente fue Adalberto Rodríguez Giavarini, quien no abandonó siquiera en este caso su famosa dieta de yogur al mediodía. Otro ex canciller, Jorge Taiana; el embajador brasileño Enio Cordeiro; Ginés González García; el bodeguero español José Manuel Ortega Fournier; y los empresarios Sebastián Bagó e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, también despidieron al español. Como para no desentenderse del todo del asunto YPF, Estrella tuvo otra fiesta de despedida en la casa del empresario español de Repsol Antonio Gomis. Allí estuvieron también los embajadores de Finlandia, Alemania y de México. Al día siguiente hubo una fiesta en la Embajada de España para celebrar la edición de la revista gastronómica Cuisine&Vines dedicada al País Vasco, y, como no podía ser de otra manera, la partida de los anfitriones marcó el tono del evento. Y otro cóctel con gran asistencia fue el que organizó en la zona de Cañitas el director de la consultora Poliarquía, Fabián Perechodnik. En este caso, Estrella llegó solo, ya que su mujer ultimaba detalles de la mudanza. Uno de los invitados recordaba la amistad del español con Joaquín Sabina, nacida durante sus años de juventud en la ciudad andaluza de Ubeda. También Mauricio Macri llegó solo a este encuentro. Además de una interesante variedad de canapés de salmón, la convocatoria tuvo datos curiosos como la presencia de Felipe Solá y su ex mujer Teresa González Fernández, o la de casi media docena de radicales, entre ellos Fernando de la Rúa, Ernesto Sanz, Mario Barletta y el legislador porteño Claudio Presman. También fueron de la partida la vicejefa de Gobierno porteño María Eugenia Vidal, Alejandro Catterberg –novato y entusiasta golfista cuyo handicap es una incógnita–, y José “Pepe” Scioli. Demorada por la sesión en Diputados, Gabriela Michetti llegó casi para el cierre del evento, que no pasó de las 22.30.
Cocina de cirujano. Jorge Lemus es un gran médico y, según promete, en breve será mejor asador. Al menos eso sucederá si mantiene la rutina de preparar para amigos funcionarios costillares enteros al asador en su casa de un conocido country de Zona Oeste. Aunque el hombre es especialista en medicina preventiva y epidemiología, para los asados tiene mano –y elementos– de cirujano: a la hora de cocinar, nunca suelta un cuchillo con detalles en plata y empuñadura de cuero trenzado, que corta la res como un bisturí.
Club del buen comer. La Academia Argentina de Gastronomía entregó sus premios 2012 con un almuerzo que le complicó la tarde a más de uno. Un menú de tres pasos y cinco copas, que incluyó una terrina de ave de campo con panceta y llama del norte, lomo “dry age” y trufas de dulce de leche con crocante de almendras, dejó a varios contertulios fuera de servicio para afrontar las obligaciones propias de un día laborable. Alejandro Bulgheroni, Juan Carlos López Mena, Cristiano Rattazzi, el embajador de Uruguay, Guillermo Pomy Barriola, Enrique Duhau, Eduardo Mallea, Manuel Mora y Araujo, Gino Bogani y Lucy de Pescarmona, entre otros, no dejaron ni rastros del exquisito menú. En tanto, un grupo de españoles se manifestaron sorprendidos no sólo por la calidad de la carne argentina sino también por la cantidad de carnavales que visitaron por todo el territorio nacional.
Gala trasandina. Los comentarios entre las mesas del Palacio de la Moneda se dividían entre los elogios al mero con verduras, ofrecido para la ocasión, y la agitada agenda política trasandina. La cena de gala, ofrecida por Sebastián Piñera para Cristina Kirchner y la comitiva que la acompañó a Santiago tuvo, como no podía ser de otro modo, al tema Malvinas como uno de los ejes a la hora de la charla. Y pese a que muchos hombres del Gobierno reconocían por lo bajo que la sintonía con el mandatario chileno, en términos ideológicos, no es para nada fina, él ha sido mucho más explícito, en su defensa de la soberanía argentina sobre el archipiélago, que todos sus antecesores. Cristina hizo un breve discurso en el que agradeció el apoyo, y aseguró que la construcción del tren trasandino, que atravesará la Cordillera de los Andes, ubicará a Chile a orillas del Atlántico. Entre quienes escuchaban estaban los ex presidentes Eduardo Frei y Ricardo Lagos, el ex canciller de Augusto Pinochet, Luis Felipe Errázuriz, Juan Gabriel Valdez, Héctor Timerman, Jorge Mayoral –que arremetió con entusiasmo contra la tierna burrata de búfalo que completaba el menú–, José Luis Gioja –que elogió por su parte los higos con helado–, Nilda Garré, Carlos Zannini y Julio De Vido. Contento se lo veía al empresario Hugo Eurnekian, uno de los encargados del proyecto bioceánico, destacado por CFK.
Fiesta de San Patricio. Además de la que protagonizan todos los años miles de jóvenes en la zona de Retiro, esta vez hubo otra fiesta de San Patricio. Sin cortes de calles, ni gente desparramada por el piso, la embajada de Irlanda en el país organizó un gran festejo donde no escaseó la cerveza, pero los invitados se controlaron con envidiable conducta. En especial las nuevas caras jóvenes de la Cancillería, como los embajadores Maria del Carmen Squeff (subsecretaria de Política Exterior), quien responde al nombre de Marilita, y el embajador Alan Beraud (director de Europa Comunitaria). Hubo también un cúmulo de representantes de varios países, también muy sobrios, por cierto, que disfrutaron a su manera –sin movilizar sus caderas– de música y bailes típicos irlandeses. Presentes, los embajadores Jean-Pierre Asvazadourian (Francia), Enio Cordeiro (Brasil), Victor Koronelli (Rusia), Robert Zischg (Austria), Oleksandr Taranenko (Ucrania), Jukka Pietikainen (Finlandia), Patricia Ann Holmes (Australia), funcionarios del gobierno porteño como el calco de Mauricio Macri, Claudio Avruj, y el fiscal general en el fuero Criminal, y abonado a estos convites, Juan José Ghirimoldi.
¿Quién es esa chica? “Señora Presidenta, yo soy psicóloga y sé por qué murió Iván Heyn”, irrumpió una voz en el auditorio. Cristina Fernández de Kirchner apenas miró, pero no le dio mayor trascendencia. Heyn era el subsecretario de Comercio Exterior, que apareció muerto en un hotel de Montevideo. Este episodio con CFK sucedió durante un acto en la Casa Rosada. La que pronunció la frase no era una militante ni una funcionaria del Gobierno. Era una acreditada en la Sala de Periodistas que, ante el ojo de sus colegas, resulta una mujer misteriosa. Nadie sabe con exactitud para qué medio trabaja, pero ella va todos los días y asiste a todos los actos oficiales, donde, según cuentan algunos de sus compañeros “aplauden” cada palabra de Cristina Kirchner. Su presencia incomoda al resto de los acreditados, que ya presentaron su queja formal ante autoridades oficiales.
Buenos vecinos. Esperando la refacción de su nueva casa en Barrio Parque, Mauricio Macri, junto a Juliana Awada y Antonia, se mudaron al Tortugas Country Club. Días pasados, un despreocupado jefe de Gobierno porteño ambulaba por las calles del lugar cuando abordó a una joven que caminaba por el club. “¿Tenés cable?”, le dijo. Sí, respondió la chica. “Es que se me cortó y quiero ver al Barcelona”, completó Macri. La mujer lo invitó a su casa. Respetuoso, Macri se instaló en la cocina con un vaso de agua. La mujer no era otra que la esposa de Martín De Narváez, el hijo del medio del primer matrimonio de Francisco.
Devolución de favores. La capacidad negociadora de varios alfiles de la Unión Cívica Radical resulta para algunos discutible, por no decir paupérrima. A esta conclusión llegaron quienes todavía dudan de que haya sido justa la retribución del Gobierno a la UCR por el apoyo al traspaso de los subtes en el senado. Si bien no se recuerdan proyectos del radicalismo que hayan prosperado, difícil resulta tomar como devolución de gentilezas la reciente reglamentación del texto presentado por un radical que declara de interés el Festival nacional de la destreza y la canción gauchesca.
Industria coctelera. Verborrágico y visiblemente bronceado se lo vio a José Ignacio de Mendiguren en un cóctel por la zona de Las Cañitas, pocas horas después el hombre almorzaba en Piégari con un grupo reducido de comensales. En ambos eventos, sus interlocutores le preguntaban por el viaje a Angola. Uno de ellos quiso saber incluso qué es lo que hacía en la comitiva que pisó suelo africano uno de los dueños del night club Black, ubicado en Recoleta. El hombre fuerte de la UIA eludió con pericia ese tipo de consultas, y habló, en cambio, sobre un viaje a Brasil.
De la CNN a C5N. Ni la mejor agencia de comunicación podría haberle dado tanta difusión al paso del ex CNN Alberto Padilla por Buenos Aires. Pero el “exceso de formalismo” de Daniel Hadad y su gente en el canal C5N puso en el eje de la tormenta al periodista económico, que fue testigo privilegiado del incidente Longobardi-Alberto Fernández mientras esperaba ser entrevistado y fue el primero en difundirlo a través de las redes sociales. Por ese motivo, era entendible que Padilla fuera abordado por cada uno de los invitados durante el desayuno que él protagonizó la mañana siguiente, aunque vale decir que algunos de los presentes se enteraron del asunto allí mismo. El encuentro fue en el comedor central de La Rural, donde había sido invitado para la presentación de la Fundación Puente para las Américas, de Jorge Pereyra de Olazábal. El invitado expresó su preocupación por el tema de la libertad de expresión en Argentina, pero también deslizó su análisis sobre la situación económica en la región. Sin ser apocalíptico, estimó sin embargo que en el segundo semestre Venezuela, Nicaragua, Ecuador y la Argentina experimentarán problemas de crecimiento. Entre quienes escuchaban, estaban la embajadora de Australia, Patricia Ann Holmes, y su par de Panamá, Mario Boyd Galindo.
Pronóstico reservado. “Hoy nuestra tarea es poner energía y modernización para lograr un radicalismo que, sin abandonar sus contenidos éticos e ideológicos, recupere la confianza de un pueblo frente al desbarranco de un gobierno que lleva a la República a la bancarrota”. El pronóstico tremendista del presidente de la UCR, Mario Barletta, tuvo en realidad un marco mucho más descontracturado de lo aparente. Fue entre jamón serrano y tortilla española en el restaurante Lalín, donde quedó inaugurado el vigésimo tercer período de almuerzos del Grupo Progreso.

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