domingo, 8 de julio de 2012

DIMES Y DIRETES POLITICOS


Hermano pródigo. Las críticas del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, sobre las cuentas deficitarias de la provincia de Buenos Aires, no le cayeron bien al hermano del gobernador que oficia de “francotirador” cuando se trata de responder los embates hacia Scioli. “Será que los autos naranja de Seguridad Vial salieron muy baratos y por eso los pintó de azul o quizás la pintura azul estaba barata y aprovechó para pintarlos. No quiero pensar que los pintó porque el naranja era un color que caracteriza a la gestión de Daniel”, dijo Pepe Scioli al referirse al “innecesario” gasto para cambiar el color de los móviles de la Agencia de Seguridad Vial. Según entiende el ex “hermano pródigo” –nexo de su hermano con el PRO y con De Narváez– el uso del color celeste en los mencionados móviles fue sólo para evitar la asociación con el Gobierno de Scioli, hoy en la mira del kirchnerismo.
Juicio en puerta. Inesperada carta-documento recibió Martín Redrado de quien fuera su vocero de prensa hasta hace no más de un mes. El prensero en cuestión dejó de serlo sin que el mediático economista se lo informara siquiera de palabra. Por un artilugio legal, el novio de Luciana Salazar argumentó desconocer los servicios prestados por el mencionado asesor quien pasada la feria le hará un juicio por haberlo tenido “en negro”.
¿Obsecuencia? Ciertas evaluadoras de opinión pública contratadas por el Gobierno no parecen ser fuertes a la hora de preguntar con equilibrio y rigor sociológico a sus encuestados. Así, por estos días, una de ellas planteó a sus consultados de la Ciudad –además de la habitual opinión sobre imagen y gestión de Cristina, Macri y Scioli– dos preguntas más que curiosas: una interrogaba textualmente si “en el caso de que Ud. recibiera un premio de $10.000 y quisiera ahorrarlo, ¿lo mantendría en pesos o compraría dólares?”. La segunda, dedicada a emitir opinión respecto de quién debería ser el jefe de la CGT: “Si cree que debe ser Hugo Moyano, marque 1. Si cree que debe ser el candidato que avale la Presidenta de la Nación, marque 2”.
A palacio lleno. Como todos los 4 de julio anteriores –salvo el 2011–, el día estuvo nublado y lluvioso. Pero dentro de la residencia de la embajadora de Estados Unidos el clima era otro: hubo asistencia casi perfecta durante las dos horas que duró el festejo por la independencia de ese país. Que la única presencia del Gobierno haya sido Ricardo Echegaray –a quien saludaron casi tanto como a la anfitriona– generó un comentario común: que después de que la Presidenta se mostrara satisfecha con las fotos y reuniones con Obama y manifestara el tipo de relación que el país pretende con Estados Unidos no haya habido presencia de al menos un funcionario de alto rango en la embajada. Mientras en los distintos salones y galerías del primer piso del Palacio Bosch estuvieron Héctor Magnetto, que mantuvo breve charla con Francisco de Narváez, y Jorge Brito, Daniel Hadad, Fernán Saguier, Claudio Stamato en representación de Carlos Pedro Blaquier, Inés Lafuente, Beatriz Nofal con un look muy Cris Morena, Adelmo Gabbi quien antes de irse tuvo que escuchar un reto de Graciela Römer, Santiago Montoya, Hermes Binner, Roberto Alemann, Estela Carlotto. Eugenia Vidal, Facundo Gómez Minujín, y un extenso listado de políticos del PRO y otros no oficialistas mezclados con algunos politólogos y empresarios.
Comentado olvido. Entre tantos invitados más preocupados por encontrar voceros de nuevos oráculos sobre el futuro del país, también se coló una de las anécdotas más comentadas sobre la reciente Cumbre de Presidentes del Mercosur que se realizó en Mendoza: el percance que sufrió uno de los protagonistas del encuentro regional. El hombre llegó en un avión de línea, en clase turista. Humilde, de perfil bajo, el hombre, canciller de una república latinoamericana, se fue del hotel que albergó las deliberaciones apurado para no perder el vuelo que lo regresaría a su país, esta vez junto con el presidente. Pero de tanta prisa se olvidó en la habitación una bolsa con los calzoncillos que usó en los dos días de intenso debate. También comentaron la sorpresa que se llevó Dilma Rousseff al ver los retratos de los presidentes latinoamericanos que hizo el artista Norberto Filippo por encargo del gobernador Francisco Pérez. “Está hecho con una mezcla de petróleo y malbec”, le dijo Filippo a la mandataria mientras le mostraba la obra. “¿Petróleo?”, preguntó ella, varias veces, sorprendida, mientras Cristina Kirchner y Rafael Correa se mataban de la risa. “¿Con las manos?”, insistió Dilma, incrédula, y al igual que el resto de sus colegas se llevó encantada el cuadro suyo y el de Lula.
A cantar para callar. Todo comenzó como una charla sobre “los procesos de emancipación federal y el rol del Instituto Manuel Dorrego”. Pero terminó como una tensa tarde en una Unidad Básica. Pacho O’Donnell había sido invitado por la agrupación kirchnerista Megafón a participar en una actividad en un foro históricamente antiperonista como la Facultad de Filosofía y Letras. Pero el auditorio estaba conformado por simpatizantes del Gobierno y por militantes de La Cámpora. Y nadie se animó a objetar alguna de las opiniones del orador. Pero el director de la carrera, Mariano Otero, se paró de pronto y decidió expresar su desacuerdo con las apreciaciones de Pacho, que había calificado a la casa de estudios como “mitrista”. Los silbidos y abucheos llenaron la sala, y todos los presentes –O’Donnell incluido– entonaron la Marcha Peronista. Y así terminó el pintoresco encuentro.
A pedir de Boca. Decepcionados estuvieron los hombres del PRO que estuvieron con el radical macrista Daniel Angelici tras la derrota ante el Corinthians por la Copa Libertadores. En un vuelo chárter que acompañó a los jugadores a San Pablo, se encontraban Oscar Moscariello (vice del club), Enzo Pagani, el empresario Marcelo Mindlin y hasta sorprendió un joven de La Cámpora y hombre de confianza del vicegobernador Gabriel Mariotto casi colado en el avión. Se trata del senador provincial kirchnerista Santiago Carreras, quien llegó allí gracias a los buenos oficios de Juan Manuel Olmos, un peronista que comanda el Consejo de la Magistratura porteño junto a laderos de Angelici. En la previa del partido, el Hilton Morumbí se llenó de xeneizes y dirigentes del PRO, como el legislador Francisco Quintana. Cuando todavía la desazón no se había apropiado de los hinchas, los macristas disfrutaron del canto bar del primer piso del hotel. Tras el partido, fueron muchos los que apagaron sus celulares y solamente se ocuparon de intentar contener los problemas con el técnico Julio Falcioni y Juan Román Riquelme. “Ni a Niembro le responden”, graficó una fuente PRO.
Mesa opositora. Algunos de los presentes en el Club Francés –una de las nuevas mecas del peronismo opositor– pedían, mientras paladeaban un tierno lomo al champignon, el urgente retorno de su viaje por Europa del embajador Jorge Hugo Herrera Vegas, para que moderara el debate de un modo menos dictatorial que su reemplazante ocasional, Mariano Caucino. En el palacio de la calle Rodríguez Peña al 1800, se vio, entre otros, a Eduardo Menem, Héctor Maya, Horacio Liendo y el comisario mediático Alfredo Grimaldi, quienes escucharon al periodista Ceferino Reato, pocas horas antes de que Jorge Rafael Videla fuera condenado a 50 años de cárcel por el robo de bebés durante la última dictadura, y justamente habló de la entrevista que le realizó para su último libro.
Chacarita se hizo K. El fútbol demuestra tener casi estructurales lazos con la política, y esta vez los kirchneristas lograron quedarse con la conducción del club Chacarita Juniors, donde el domingo pasado se presentaron tres listas para conducir la entidad, y votaron casi 2 mil socios. Una fue apoyada por el ex intendente de San Martín Ricardo Ivoskus; otra llevó como candidato a Germán Svagelj, un socialista ligado a Hermes Binner y también ex postulante a jefe comunal de San Martín; y otra nómina K, respaldada por Néstor Di Pierro (actual intendente de Comodoro Rivadavia y ex titular del Correo Argentino) y Miguel Cuberos (subsecretario del Ministerio de Economía de la Nación). Esta última lista, que llevó como candidato a Héctor López, ganó las elecciones. El domingo, mientras votaba, Ivoskus se ganó varios silbidos de los hinchas, quienes le recordaron su pasión por Boca. Quien sorprendió por su ausencia el día de la votación fue el ex presidente del club y sindicalista Luis Barrionuevo.
De exportación. El Teatro Colón tuvo su capítulo ruso en el verano asiático. Hasta San Petersburgo se trasladaron los cantantes de la fundación del gran coliseo argentino, donde realizaron un concierto a sala llena junto a la Mali Zal Philharmonia. Allí estuvieron las sopranos Marina Silva y Laura Delogu, el tenor Duilio Smiriglia y el bajo Pablo Basualdo. Al piano estuvieron Ekaterina Venchikova y Marcelo Ayub. También se sumó el tenor Carlos D’Onofrio, que reside en la que es la segunda ciudad más importante de Rusia. Y desde la primera, Moscú, llegó el jefe de la seccion cultural de la embajada argentina, Rafael Alberto Patrignani. Comentaba entusiasmadola gira el responsable operativo y patrocinador, Alejandro Cordero, recién llegado al país.
Tuit tercerizado. Los “pecheos” cuasi adolescentes entre Facundo Moyano y el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, parecen no tener fin. Para confirmar el “olvido” de Abal Medina sobre su paso sobre el gobierno de Fernando de la Rúa, Moyano Jr. le recordó vía Twitter la fecha exacta en que renunció: “Abal Medina se fue de la Alianza el 25/10/2001, fue gobierno cuando se les bajó el 13% a jubilados y estatales y cuando se designó a Cavallo”. Como algunos saben, el más conciliador de los Moyano –o “el ilustrado”, como lo bautizó un periodista radial– mantiene una excelente relación con miembros de La Cámpora y algunas veces dice lo que ellos mismos prefieren “tercerizar”. Al parecer, las críticas hacia el accionar de Abal Medina y su equipo son ya frecuentes puertas adentro. Hasta bautizaron a dos de sus principales colaboradores –que revistaban en la agrupación juvenil de Graciela Fernández Meijide– como “los hermanos Macana”.
Jet lag asiático. El ex titular de la Ucedé, Jorge Pereyra de Olazábal, sufrió la derrota de Boca por partida doble: no sólo lo amargó el resultado, sino que además tuvo que hacer piruetas horarias para saber cómo iba el match porque estaba en Vietnam.
 

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