Aunque estuvo ausente "por cuestiones de agenda", el vicegobernador Gabriel Mariotto logró trasladar al primer encuentro del año de los principales referentes del oficialismo legislativo su mensaje sobre la necesidad de "cambiar la impronta" del tratamiento de los proyectos de peso y abrir instancias de debate y discusión.
La reunión se llevó a cabo en la residencia del presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Horacio González, y no contó con la presencia de Mariotto que no pudo llegar desde Capital Federal. Estuvieron presentes, además de Juan de Jesús y Cristina Fioramonti, el vicepresidente de la Cámara baja José Ottavis, y secretarios legislativos y administrativos de ambas cámaras.
Con respecto a las dos iniciativas enviadas por el gobernador Daniel Scioli –Policía Judicial y Policía Municipal-, Fioramonti comentó que "se están haciendo los primeros análisis" y descartó que haya un tiempo determinado para sancionarlos. "Plazos no hay, sino una estrategia de trabajo y de debate", respondió a una consulta periodística.
Por su parte, De Jesús agregó que además de sumar a la oposición a la discusión de estos dos temas, "también se debe involucrar a la sociedad en este debate, porque los ciudadanos tienen derecho a involucrarse en esta cuestión", para lo cual tienen pensado desarrollar una serie de jornadas en diferentes puntos de la Provincia.
"En la reunión se analizó la agenda legislativa de este año y coincidimos en una metodología de trabajo", dijo el titular del bloque de diputados, a lo que su par en el Senado agregó: "El punto central es tener la certeza que pertenecemos al mismo proyecto político, a partir de ahí saber que tenemos que darle debate a los temas en forma conjunta y nos vamos a plantear la agenda periódica de encuentros de nuestros bloques".
¿SE DEBILITA LA BONAERENSE?
Más allá de la discusión por las “formas” en que se debatirán estos dos temas relevantes para la provincia, es fundamental ir un paso más allá y pensar qué será de la polémica Policía Bonaerense. Hoy en la mira de muchos, sospechada de tener participación en los grandes casos de narcotráfico, asesinatos y delitos en la provincia.
Una policía que es defendida fuertemente por Ricardo Casal, ministro de Seguridad Bonaerense, pero que tiene el “ojo” del “ala dura” del kirchnerismo puesto en ella.
Un claro ejemplo de esto es lo ocurrido en las últimas horas, cuando el mismísimo Casal removió 5 jefes departamentales y 23 jefes policiales que venían cumpliendo funciones en distintas dependencias de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas.
Ahora bien, una vez que los proyectos de Policía Judicial y Policía Municipal sean aprobados –lleve el tiempo que lleve-, ¿qué pasará con la Bonaerense?
Todo hace pensar que se convertirá en una fuerza debilitada y que su relevancia en el territorio bonaerense caerá estrepitosamente. El 2012 será el año del tratamiento de este tema, a largo plazo, y se comprobará si estas fuerzas de seguridad pueden convivir entre sí, si articularán su trabajo, o si las nuevas fuerzas se contagiarán los “vicios” de la Bonaerense.
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