lunes, 8 de noviembre de 2010

LA OPOSICIÓN HA QUEDADO HUÉRFANA

El 27/10/10 murió Néstor Kirchner. Con él murió el diputado por la provincia de Buenos Aires, el secretario general de la UNASUR, el presidente del PJ, el marido de la actual presidente, el ex presidente de la nación. También murió el ministro de economía y el ministro político. Más grave aún, murió el jefe de campaña de la oposición.
La oposición ha quedado huérfana, ya no está Kirchner pasando letra, insultando con nombre y apellido a los opositores con posibilidades; ya no existe el frontón que representaba el ex presidente con sus exabruptos y demasías.
Se sabía que despertar las iras de Kirchner públicamente, era la mejor manera de subir en las encuestas de opinión. Reemplazaba con creces cualquier tipo de publicidad, desde las apariciones del político cuestionado en los medios, hasta los afiches, los spots y los carteles. Sin contra ataque, la oposición se debate en el desamparo.
Se ruega que el desamparo sea temporario y que no lo sea de ideas y objetivos. Se supone que tienen ideas y objetivos para poner al servicio de la nación y no para llegar al poder y servirse de él, en vez de usarlo para servir a los demás. ¿Muy utópico?
Por ahora, la oposición hace lo que mejor sabe hacer: dividirse. En cuanto reaccionaron luego de la muerte del hombre que ocupaba prácticamente todo el espacio político nacional, se multiplicaron como hongos después de la lluvia, las posibles candidaturas.
Se tiene la sensación que va a haber más candidatos que votantes. En el Peronismo Federal, Duhalde declara que presenta su candidatura en diciembre. Das Neves ya lo hizo hace tiempo.
Solá es una incógnita, se quedó muy impresionado “con la multitud de jóvenes” que asistieron al funeral K. Extraordinaria puesta en escena de Javier Grosman, apoyado en el grupo Fuerza Bruta de Diqui James, y la TV pública. Solá habla del funeral y la pregunta es casi obligatoria, ¿quiere volver al FVP o se queda en el PJF? El tiempo dirá. Con Reutemann pasa lo mismo, más allá de no hacer declaraciones sobre nada, se sigue sin saber si vuelve al FPV, si sigue en el PJF, si es candidato a algo, o no.
Alberto Rodríguez Saá sigue siendo candidato. Y ya van tres seguros. De Narváez, reducido a la provincia de Buenos Aires por su nacimiento en Colombia, navega en un mar de dudas. No puede colgar su candidatura en la boleta de un perdedor y no tiene fuerza propia. Mientras, deshoja la margarita. Con este no, con este tampoco.
Macri entre los preparativos de casamiento -¡qué lindo que la gente se quiera!, como dice Crónica-, no piensa bajarse de su posible candidatura a presidente. Y eso que Durán Barba le dijo que muerto K, Mauricio debía quedarse en la ciudad. El PRO tiene una endeble estructura nacional. Pero por ahora el hombre mide bien, y para hacer acuerdos y bajarse, siempre hay tiempo.
El trío ganador del 2009, Solá/ Macri/ De Narváez, divididos. Hasta la indivisible mesa de enlace del campo, contra la que no pudo Kirchner, está al borde de la separación. Ya que las probabilidades dan para todo, Urtubey, hoy gobernador de Salta, también juega a la posible candidatura. ¿Por el FPV o por el PJF? ¿O por otro partido?
De la Coalición Cívica poco se sabe. Su jefa se mantuvo y obligó a su gente a hacer lo propio, en un prudente silencio post mortem, silencio que rompió ayer. Las candidaturas y posibles alianzas son un misterio. Se sabe por declaraciones de Lilita que su límite es la corrupción.
Si el candidato final de la UCR fuera Alfonsín, la alianza sería posible. Pero Alfonsín tiene buena llegada y sólidas simpatías políticas con Binner y Lilita ya no se lleva bien con el socialismo. Y si el candidato de la UCR fuera Cobos, el acuerdo con la CC no sería posible, Lilita dixit.
El 3/11/10, la UCR presenta candidatura a la presidencia, a las 19 hs. en la avenida de Mayo y San José, entre el Congreso y la Casa Rosada, todo un símbolo. Se lanza Alfonsín. Cobos por ahora sigue siendo el vicepresidente de la nación y mientras no renuncie al cargo, no puede postularse a nada.
Aunque la UCR hasta ahora parece ser lo más articulado, necesita el apoyo de otros partidos para llegar al mítico 40% con más de 10 puntos de diferencia con el partido que le siga, Porque es muy improbable que alguien consiga estar arriba del 45% y que no haya balotaje.
La izquierda liderada por Pino Solanas tiene buenas chances en la capital, pero carece de estructura nacional. Sueña un acuerdo con el socialismo y con sumar al proyecto a toda la izquierda local. Objetivo que hasta ahora fue imposible de lograr en toda la historia del país.
El partido gobernante ocupa en esta circunstancia, el mejor lugar del tablero político. La viuda dolorida, pero corajuda, que enfrenta sus deberes de presidente con responsabilidad; el traje negro, la voz quebrada y los ojos llorosos. Es inevitable que suba su imagen en las encuestas y que baje el nivel de negatividad. ¿Por cuánto tiempo?
Se toman apuestas. Quien o quienes van a reemplazar al presidente muerto y su formidable capacidad de trabajo. Quien conoce aunque sea algo, sobre los tejes y manejes del poder y la caja que K manejaba solo y secretamente.
¿Cuántas personas se necesitan para tratar con los barones del conurbano y los intendentes del interior? ¿Y los gremios, y el excesivo poder de Moyano? ¿Y los movimientos sociales salidos de madre que exigen y son los dueños de la calle? El que metía miedo y presionaba, ha muerto. La realidad dice que es difícil de remplazar.
¿El PJ hoy dividido en FPV y PJF, se unirá? ¿O ya se abrió la lista de pases? ¿Es posible un candidato de unidad peronista? Sin Reutemann, la probabilidad es Scioli. A Scioli le adjudican el haber traicionado a Menem, a Duhalde y casi a K, al decir “tengo las manos atadas”, hablando de la inseguridad en su provincia.
Los sciolistas dirán que Scioli acompañó a Menem hasta el último día de su mandato; que fue el único que estaba sentado junto a Adolfo Rodríguez Saá cuando este renunció; que acompañó a Duhalde hasta el final de su presidencia y a Kirchner hasta que este murió. Diferentes maneras de mirar los hechos.
¿Scioli será candidato a la presidencia con el aval de Cristina o dará el salto para unificar al peronismo? ¿Será Cristina la candidata? ¿Podrá gobernar? ¿La dejarán gobernar? ¿Quién detentará el poder real? Muchas preguntas, demasiadas posibilidades, ninguna respuesta.
Hay algunas certezas. Mientras gobierno y opositores se dividen y subdividen porque es una pasión nacional y porque el gran titiritero ya no está, la inflación avanza y no sólo para la clase media alta, también lo hace para la creciente cantidad de pobres que padecemos. El resto lo hace la inseguridad. La Argentina real, involuciona.
El gobierno insiste en profundizar las políticas de Kirchner y no se puede esperar nada diferente a lo que hay. Pero los opositores tienen la obligación moral y patriótica de dejar sus pequeñas diferencias de lado, porque son pequeñas, si la patria está en peligro de errar el rumbo. Sólo deben acordar sobre unas pocas políticas de estado, que están establecidas en la Constitución Nacional.
No es tan complicado y es imprescindible. “Porque no hay salvación si no es con todos”.

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