Durante el viernes, sábado y domingo desfilaron por los tres escenarios que distinguen a cada eje, algunos de los siguientes atractivos artísticos: Victor Volpe-Sandra Savoia, Laura Celave Cuarteto, Ballet del Sur, Espectáculo de títeres, La Mar en Coche, Los tiburones de la Ría, La otra parte, Ballet de agrupaciones folkóricas, murgas, Julio Buznego, espectáculos circenses, Payamédicos, Titiriteros, entre otros espectáculos.
Además hubo una variada cartelera de talleres, muestras y encuentros para quienes desean ser partícipes activos de esta fiesta local; la Feria de Microemprendedores, la Expo Social, Feria de Artesanos, Micro Cine, Feria del Libro, puestos del Museo de Ciencias, Universidad Nacional del Sur, un muro de escalada, arqueria y buceo, entre otras de las tantas variantes que ofrece esta fiesta.
En la fiesta de Bahía Blanca también hubo un espacio para reconocer a los inmigrantes más antiguos de la ciudad, algunos con más de 100 años, como el caso de José Singori, que nació en Italia el 1 de diciembre de 1909 y recuerda que cuando vivía allí todas las distancias las unía en bicicleta y que siempre le atrajo la alta costura. Una vez que bajó del tren se dirigió al barrio Tiro Federal para alquilar una 'pieza'. Le costaba entender la inmensidad que se dibujaba en el paisaje. Recuerda que cuando llegó a esta ciudad el viento soplaba muy fuerte y confiesa que ama a Bahía Blanca. La investigación sobre la vida de los homenajeados estuvo a cargo de Perla Flores, quién descubrió tanto en José como en Ricardo Mansilla, Elena Farago, Adela Silenzi y Miguel Blanco, particularidades que hacen que hoy ellos recuerden sus orígenes pero al mismo tiempo, siendo más bahienses que nunca.
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