martes, 5 de junio de 2012


Paradójicamente, la nueva crisis entre la Mesa de Enlace y el gobierno está provocando la implosión de la oposición.
El bloque de Diputados de la UCR de la provincia de Buenos Aires terminó de fracturarse la semana pasada tras una profunda crisis que detonó con la reforma impositiva que impulsa el gobierno de Daniel Scioli, en un anticipo de la ardua interna que vive el partido por la renovación de autoridades. “El radicalismo quedó partido en dos”, señaló Ricardo Jano, hombre que responde a Leopoldo Moreau. La fractura se produjo luego de que siete legisladores del alfonsinismo le manifestaran a Jano que debía renunciar a la presidencia de la bancada para que asumiera Walter Carusso. La interna comenzó hace un mes, cuando Jano perdió la votación interna y debió acatar la decisión de no dar quórum para tratar el denominado impuestazo de Scioli. Y todo estalló el jueves pasado, cuando Jano dio a entender que el bloque bajaría al recinto a discutir el proyecto si Scioli sacaba por decreto el revalúo fiscal.
“El revalúo hecho por decreto nos parece una maniobra burda, absolutamente inaceptable, y el radicalismo de ninguna manera puede apoyar este atropello”, disparó ayer el presidente de la UCR bonaerense, Miguel Bazze, mano derecha de Alfonsín.
La ruptura refleja la disputa en la UCR provincial de cara a las internas del 24 de junio, en las que se enfrentarán la corriente del alfonsinismo, por un lado, con la de Leopoldo Moreau y Federico Storani, por el otro.
Significativamente, la aprobación de la reforma impositiva también sacudió al PRO Peronismo, donde reclamaron la expulsión de un senador y se discute el accionar de un grupo de diputados que bajó al recinto y votó a favor del proyecto en general.
La senadora de Unión PRO Peronista Nidia Moirano, alineada con Francisco De Narváez, reclamó el viernes la expulsión del bloque de su par macrista Ricardo Zamperetti, quien faltó a la sesión en la que fue aprobada la reforma fiscal.
“Votamos en contra. Ningún denarvaísta faltó a la sesión ni dio su voto para que esto fuera aprobado y esto hay que aclararlo; no tenemos doble discurso, no decimos una cosa y hacemos otra, como, lamentablemente, sí pasa con los representantes de otras fuerzas”, se quejó Moirano. En tanto, el bloque de diputados del PRO Peronismo también atraviesa momentos de tensión pero, en este caso, se debe al accionar de un grupo de legisladores de esa bancada que bajó al recinto y votó a favor del proyecto en general.
Si bien un sector de la oposición cuestiona este accionar, los legisladores del bloque que ocuparon sus bancas negaron haber facilitado el quórum para que el oficialismo aprobara la reforma y recodaron que en los anteriores intentos por aprobar el proyecto nunca dieron quórum. “Bajamos porque la parte del proyecto a la que nos oponíamos, que era la revaluación fiscal, ya se había establecido por decreto, así que no teníamos mucho más que hacer”. Al recinto bajaron nueve de los once diputados que conforman el bloque y los únicos que no bajaron fueron Rubén Eslaiman y el ex vicepresidente de Carbap, Jorge Srodek, quien, según afirmaron, tenía “mandato” de esa entidad agropecuaria para votar en contra de todo el proyecto

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