lunes, 28 de mayo de 2012

Los mejores chimentos políticos y de sociedad


Pablo Perez Companc presento su propia revista de autos. Con el mismo bajo perfil que caracteriza a toda su familia, Pablo Perez Companc se manejó para el lanzamiento de su nuevo emprendimiento: una publicación premium dedicada a una pasión que el 24 de marzo de 2007 y en Estados Unidos casi le cuesta la vida: los autos. Y no cualquier bólido sino, como escribe él mismo en el editorial del primer número: “Los de potencia mezclada con aluminio, fibra de carbono y mucho pero mucho caucho quemado”.
En la disco Tequila, un ámbito que cuesta asociar a los Perez Companc, Pablo reunió a muchos amigos y sobre todo a dos de sus hermanos Luis –tan “tuerca” como él– y Rosario, quien con su marido y sus hijos –y amigos de éstos– dejó por unas horas la tranquilidad de San Antonio de Areco. En otro arco de la disco se ubicó la familia Fontán Balestra en pleno: Carlos y Pompi con dos de sus tres hijos y su embarazadísima nuera, Jimena Leiguarda, en cuya editorial se imprime Evo, tal como se llama la publicación de Perez Companc. Entre los invitados, varios de los cuales no distinguían quien era el anfitrión, se ubicaron Debora Bello, Flavia Palmiero y Karina Jelinek y su marido quienes dieron un breve espectáculo de besos y abrazos minutos después de llegar. Quien sí sabía entre quienes estaba fue Cocho López que se fue muy feliz de la fiesta con los dos pasajes a Miami que se ganó durante el sorteo.
Con Soldi en la mente. Mientras la Justicia sigue con la investigación del destino de los cuadros robados a un elusivo abogado de Villa del Parque y habiéndose puesto a disposición de la ley, Ignacio Gutiérrez Zaldívar tiene la cabeza puesta en dos proyectos muy importantes. Uno es estrictamente personal, la organización del casamiento de su hija en noviembre próximo. El otro, profesional, es la concreción de una exposición del artista a quien él ya le había rendido tributo en vida: Raúl Soldi. Y por ello se reunió esta semana con autoridades del Museo Fortabat que sería el lugar elegido para la expo. Siendo uno de los protagonistas principales del mundo de los galerías vernáculos –regido muchas veces por celos y odios que harían ver como Heidi a las rencillas de Carmen Barbieri y Moria Casán– apenas llegó de Sudafrica, Zaldívar recorrió ArteBA ante las sutiles miradas de algunos locales. Fuera de la feria en un par de subastas de esta semana, los rematadores en acotaciones poco felices con referencia al marchand a la hora de exhibir piezas de artistas como Fernando Fader.
La mesa chica. Oscar Lescano encontró la fórmula perfecta para poder ocuparse de sus asuntos laborales sin abandonar la mesa de su restaurante preferido. Durante muchos años, el hombre fuerte de Luz y Fuerza fue un abonado al restó Marcelo de Puerto Madero. Tenía una propia mesa junto a uno de los ventanales donde prácticamente todas la noches reunía a colegas y amigos. Pero desde que estalló la batalla por la conducción de la CGT y el enfrentamiento del moyanismo con el kirchnerismo, dejó de aparecer por el lugar. La explicación: mudó su base de operaciones a otro restaurante ubicado dentro del hotel que pertenecía a su gremio, en Recoleta. Es que al parecer, logró que los dueños de Marcelo se hicieran cargo de gestionar este lugar en plena Recoleta, y así Lascano se aseguró una mesa personal.
Cortinas de humo. Los muchachos de La Cámpora, cultores a tiempo completo de la rebeldía simbólica, no se privaron de desplegar su irreverencia ni siquiera en el vuelo que traía de regreso a los empresarios que viajaron en misión comercial a Angola. En el mismo avión charteado que trasladaba Guillermo Moreno, estos jóvenes que integraban la comitiva decidieron ignorar las señales que prohibían fumar a bordo. El capitán de la aeronave llamó la atención porque los detectores que suelen estar ubicados en los lavabos y en los baños indicaban que había humo en los pasillos. Pero la advertencia fue inútil. Recién en su octavo ruego, logró que cumplieran con la normativa internacional y apagaran los cigarros.

Si hay paella, mejor. Animada jornada tuvieron los integrantes del bloque argentino de la Unión de Parlamentarios del Mercosur para definir nuevas autoridades. Mediodía y tarde con interminables actividades en la Casa de la Provincia de Buenos Aires antecedieron un soberbio after office en conocido restó del Centro porteño. Liderada por el histórico dirigente Osvaldo Mércuri (aunque ya no es presidente del organismo) y su esposa, María Elena Torresi, desfiló por el lugar una heterogénea fauna de políticos de diferentes distritos del país. Apenado por la crisis de Independiente, se dejó ver el senador provincial Baldomero “Cacho” Alvarez, que no fue el único bonaerense presente, pues lo acompañaron otros diputados y, a modo de visita de médico, el propio jefe de Gabinete de Scioli, Alberto Pérez. Hubo también representantes de otros distritos, muchos de ellos no quisieron perderse la posterior cena en el Museo del Jamón –que atesora envidiables reservas de jamón de Jabugo–, como las tres diputadas chaqueñas y “ultra coquistas”, como María Lidia Cáceres, Nancy Gersel y Wilma Molina. Ante la ausencia de Alejandro Amor y de los hombres PRO Bruno Screnci y Daniel Presti, autoexcluidos por otros compromisos, el subsecretario legislativo Pablo Garzonio resultó el único que pidió menú diferenciado y eludió una paella que, según comentaron, alcanzó la categoría de “histórica”.
En muletas. Muchos observaron por los pasillos de los Tribunales de Comodoro Py y del Palacio de Tribunales la destreza del el ex juez nacional en lo Criminal de Instrucción Mariano Bergés en el manejo de unas muletas con las que recorre ambos ámbitos judicales. Mariano es un fanático del fútbol, deporte en el que todavía despunta como un aguerrido jugador en los campeonatos organizados por el fuero criminal. Hace unos días, durante una justa deportiva, sufrió una grave lesión: fractura de tibia y peroné. Ello no le impidió continuar con su cruzada contra las barras bravas del fútbol y los dirigentes que les prestan cobertura. Bergés cobró notoriedad cuando en el ejercicio de la magistratura investigó y encarceló a encumbrados miembros de la 12 como Rafael Di Zeo.
Si la suegra se queja... La esquina de las avenidas Sarmiento y Libertador era un embudo típico en la tarde porteña. Una moto con dos hombres zigzagueó de pronto entre dos autos y uno de sus ocupantes se bajó corriendo. Encaró a uno de los vehículos detenidos en el semáforo, rompió el vidrio del acompañante con el puño y robó la cartera que estaba sobre el asiento. Luego, la moto escapó a toda velocidad. La conductora del automóvil atacado condujo como pudo algunos metros y estacionó. Mientras intentaba retirar los vidrios con la mano, fue asistida por un amable joven que había observado la situación. Pese al shock por el robo, la dama mantuvo la calma. “Siempre me dicen que no deje la cartera sobre el asiento”, decía. “Yo sabía que tenía que salir con el chofer”, comentó, y luego dijo que tomaría cartas en el asunto: “Qué bárbaro, ni un policía cerca había. Esto no puede ser, le voy a decir a Mauricio que esto no puede ser”. El Mauricio al que se refería Pomi Awada–la mujer afectada– no era otro que su yerno, el jefe de Gobierno.
Feriado y raje. Como si se avecinara una razzia impositiva, el jueves por la tarde, temprano, la Legislatura porteña se vació de funcionarios que viajaron por el fin de semana largo.
Nuevo debut. Con el lanzamiento del Partido por el Trabajo y la Equidad (Parte), su nueva corriente política, Alberto Fernández levantó el perfil en los últimos días y aprovechó para poner sus fichas a Daniel Scioli en la pelea que el gobernador bonaerense protagoniza contra el kirchnerismo ortodoxo. Pero, pese a su agenda laboral, el ex jefe de gabinete no descuidó el plano doméstico. A mitad de semana se lo vio apurado en el shopping Patio Bullrich. Fernández buscaba regalo para su pareja, la ex diputada Vilma Ibarra, que cumplió años el lunes.
Iniciativa paisana. Si la simpática iniciativa que promueven algunos legisladores de la oposición prospera en el Congreso, el diputado catamarqueño Pedro Omar Molas deberá soportar un nuevo apodo hasta el final de su mandato. Es que muchos opinan que el hombre debe ser rebautizado como Pedro “Poncho” Molas, en vistas del éxito que tuvo su proyecto para que Catamarca fuera declarada capital nacional de la tradicional prenda campestre.
Ramificados. Lejos está el sciolismo de contestar verbalmente los constantes embates de Gabriel Mariotto. Sí, en cambio, los hombres del riñón del gobernador se han acostumbrado en el último tiempo a responder con agrupaciones. A La Juan Domingo, ya reconocida en territorio bonaerense, se suman otras dos de reciente surgimiento. La más incipiente se denomina D.O.S., en honor a Daniel Osvaldo Scioli, y con el Grupo Descartes, que encabeza el ministro de Trabajo provincial, Oscar Cuartango, constituyen las nuevas armas del sciolismo. Las tres crecen bajo el ala de la jefatura de Gabinete bonaerense y buscan generar espacios para la militancia activa de adherentes que se encolumnan en la figura
del ex motonauta. Descartes presentó días atrás su página web oficial, y desde el espacio calificaron la nueva herramienta como “una vía más de comunicación” de la gestión sciolista y de “interacción entre militantes peronistas”.
¡Chito la boca! Mauricio Macri y el gobernador bonaerense comparten un anhelo: la presidencia de la Nación. Cada uno por su parte ha manifestado su intención en ese sentido con la salvedad de que Scioli anunció que se bajaría de esa pelea únicamente ante el escenario de que CFK reforme la Constitución y vaya por un tercer período. De lo que no han hablado ambos es de la posibilidad de una alianza que, en algunos sectores comienza a sonar cada vez con más fuerza pero, por ejemplo, en el PRO muchos veían lejana. Veían, claro, porque después de una reunión que se llevó a cabo días atrás en el Congreso, mientras una diputada macrista esbozaba una secuencia de críticas a Scioli, fue interrumpida por un colega partidario. Con voz de mando, el hombre le marcó la cancha: un nuevo mandato PRO recomienda no criticar la figura del gobernador. Sorprendida por la novedad no sólo quedó la esbelta diputada por la Provincia sino varios de sus compañeros de bancada.
Vino para todos. Algunos funcionarios deslizaron durante la misión comercial a Angola que el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, ya está pensando en otros periplos similares pero por países de Asia. Y uno de los que aparece en la lista es Vietnam. El dato entusiasmó a bodegueros vernáculos que comentaban en un cóctel días atrás que el mercado es por demás tentador, ya que, por herencia francesa el consumo de vino de uva es alto, y el 100 por ciento de ese producto es importado.
Con la cabeza en 2013. La reunión de la última semana del Consejo Nacional del PJ, cuya relevancia se plasmó con la presencia de numerosos gobernadores, ministros y legisladores, dio nuevamente vida a la histórica sede de Matheu 130. El conclave puso certezas sobre la renovación de autoridades y en ese sentido había muchas conjeturas sobre algunos cambios de conducción. Pero la decisión de prorrogar los mandatos y llamar a elecciones partidarias para 2013 logró el consenso de la mayoría. La novedad más importante fue la creación de una comisión de acción política, un cuerpo colegiado que será órgano de consulta partidaria. Aunque, como es de esperar, será CFK la que tome la decisión final, ya se habla de elecciones unificadas en Ciudad y provincia de Buenos Aires, y de una lista capitalina encabezada por Juan Cabandié y Carlos Tomada. La gran incógnita es si el ministro que más años lleva en el Gabinete nacional aceptará secundar a un joven legislador k.
De festejo. Al cierre de esta edición continuaban llegando invitados al festejo por el cumpleaños número 43 del ministro de Educación porteño Esteban Bullrich. Esta vez la organización del evento, que congregó en una casa de Zona Norte a mayoría de familiares y algunos que otros amigos de la política, corrió por cuenta del mismo anfitrión y no de su esposa Uke, como en otras épocas.

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