El
legislador pronunció que “Malvinas es
una causa nacional, y deberemos hacer todos los esfuerzos para que esa causa de
robustezca y se transforme en una política de Estado y que la podamos ejecutar
en 20 o 30 años y que nos conduzca al objetivo soñado de recuperar las Malvinas,
y es por ello, que debe ser una sana prohibición no caer en los vaivenes,como
ha sucedido con una década la seducción
y otra década la hostilidad”.
“Como expresara en el anterior seminario, realizado
en la Cámara de Diputados, yo no creo que ningún gobierno, incluyendo al de
Cristina Kirchner, utilice el tema Malvinas para cortinar ningún problema
interno, cualquiera fuere su índole o gravedad. Malvinas es una causa nacional,
una causa noble, que nadie, ni la presidenta de la República, lo utiliza o lo
subalterniza o lo bastardea. Por ello
estamos sentados aquí, pluralmente, representando distintas vertientes, pero
sosteniendo la causa nacional”.
“He
preparado algunas notas bajo el título “UNA ESTRATEGIA DE DOS VELOCIDADES”. La
velocidad HOSTIL para denunciar al colonialismo inglés, a la militarización del
Atlántico Sur, a la predación de nuestros recursos pesqueros y ahora
hidrocarburíferos, a la intención artera de, vía la autodeterminación de la
población trasplantada, erigir un nuevo Estado-tapón en el Atlántico Sur. Y la
velocidad AMIGABLE hacia los isleños, ofreciéndoles medicina, educación
universitaria, vuelos, comercio, intercambios culturales, deportivos y de todo
género. Aunque nos den vuelta la cara cien veces, deberemos insistir en gestos
amistosos y en anudar vínculos. Cuando las Malvinas sean definitivamente
argentinas, los isleños convivirán con nosotros y desde hoy debemos prepararnos
con los mejores gestos hacia ellos”, agregó Asseff
“Es
hora que vayamos a nuestro inmenso Mar, a investigarlo, a ocuparlo con nuestra
pesca, a explorarlo buscando gas y petróleo. Hay que asegurar la “Pampa
Mojada”. Con América del Sur debemos tejer intereses. El Atlántico Sur es
nuestro y nosotros lo ofrecemos para que toda UNASUR se beneficie”, dijo, entre
otros conceptos, el diputado.
“Con las exclusión de los espacios marítimos, quiero
señalar que la situación se va agravando,
y en esto quiero hacer hincapié, no para alarmarnos sino para tener conciencia
de que estamos ante un fenomenal problema”, expresó el legislador.
“El
sector anteantártico, inexorablemente más temprano que tarde, serán explotados
sus recursos y riquezas de todo tipo, incluyendo el agua. ¿Qué tenemos que
hacer?: se debe llevar a cabo la estrategia
de dos velocidades, la primera de las
dos velocidades es lo que se está haciendo, denunciar la hostilidad británica, señalar
la usurpación colonial, contrastando con la astuta estrategia de Cameron de acusarnos
de colonialistas invirtiendo los papeles. Debemos sostener que aquí hay una
rémora colonial que usurpa el Atlántico sur y que esa rémora colonial no se va
a resolver por la vía de la autodeterminación de una población trasplantada, sino por la vía del principio de la
reintegración territorial con el respeto de los intereses de los habitantes de
Malvinas”,
pronunció Asseff.
“Tenemos que ser hostiles con los intentos de depredación de
nuestros recursos hidrocarburíferos y de
la pesca, que financian las Malvinas transformándolas en una especie de “Kuwait” ya que su población tiene un ingreso per
cápita similar”.
“Tenemos que ocupar nuestra pampa mojada, la
cual tenemos bastante desocupada como muchas otras partes de nuestro país, y en los cuales somos deficientes
en dicha política. Debemos ocupar el mar para investigarlo, para aprovecharlo
con todos sus recursos. El mar es un horizonte de futuro descomunal para la
Argentina”,
argumentó Asseff.
“Inglaterra con la autodeterminación quiere
crear un estado tapón, del cual tiene mucha experiencia, lo hizo con Bélgica y
Holanda para romper el equilibrio europeo, lo hizo en América del Sur, con nuestros queridos
hermanos. Ese estado tapón nos puede coartar el horizonte que mencionaba”.
“La alianza con Brasil y Chile es de una
esencialidad descomunal, debemos anudar intereses con los países de América del
Sur, donde la explotación de nuestro mar debe ir de la mano de los intereses
conjuntos de Latinoamérica, sin desmedro de los nuestros”.
“Por último la velocidad amigable: tenemos que
ser los mejores amigos de los isleños, así
nos rechacen 100 veces, proveyéndoles de salud, transporte, etc. El día que recuperemos las Malvinas, deberemos
convivir con los isleños. Inglaterra
debe permitir que Argentinos puedan radicarse en Malvinas. Nosotros no vamos a
trasplantar población, sino que volveremos a nuestros fueros”.
“Para terminar, estamos más que en una charla,
en un prelaboratorio, en algo que se está preparando, habrá que buscar una
fórmula para la transición del actual status colonial a la recuperación de las Malvinas, finalizó el diputado”.
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