Con críticas al primer ministro británico, David Cameron, el renovado pedido para discutir la soberanía de las islas y palabras dereconocimiento a los argentinos caídos en combate, Cristina Kirchner encabezó este mediodía en Ushuaia el acto central a 30 años del inicio de la guerra de Malvinas.
Acompañada por el el vicepresidente, Amado Boudou, parte de su gabinete; legisladores nacionales; la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos; y cientos de veteranos la jefa del Estado habló en la Plaza Islas Malvinas luego de izar la bandera nacional y tras cantar el himno. Allí también anunció que pidió la intervención de la Cruz Roja Internacional para identificar a los caídos en el conflicto aún no reconocidos.
"No reclamamos ninguna otra cosa más que el diálogo para discutir la soberanía, respetando el interés de los isleños", afirmó Cristina Kirchner desde el atril que fue ubicado por delante del monumento con la imagen de las islas. "Nadie puede creer que este pueblo argentino, que esta sociedad, no respeta a todos los hombres y mujeres que decidieron habitar las islas", agregó.
En ninguna parte de su discurso de unos 20 minutos hizo referencia a la intención argentina de que los vuelos semanales a las islas partan desde Buenos Aires y no desde Santiago de Chile.
Apuntando sobre Gran Bretaña, la Presidenta sostuvo que es "una injusticia que en pleno siglo XXI todavía existan enclaves coloniales" como las islas Malvinas. "Hay solamente 16 en todo el mundo, diez de ellos del Reino Unido", afirmó Cristina Kirchner, y señaló: "Pretenden dominio a más de 14 mil kilómetros de ultramar".
La jefa del Estado aprovechó la oportunidad para repudiar al primer ministro inglés, quien había dicho que en 1982 "los argentinos buscaron violar la libertad de los isleños". "Parece ser que [Cameron] no estaba enterado que también estaba confiscada la libertad de todos los argentinos en aquel momento [por la dictadura militar]. Había presos sin nombre y apellido".
También criticó la política del Consejo de Seguridad de la ONU, donde sólo cinco países tienen derecho a veto: Estados Unidos, Rusia, Francia, China y Gran Bretaña. "No es posible que solamente puedan violar los derechos los que son poderosos y están sentados en un sillón en el Consejo de Seguridad. Jamás habrá seguridad internacional hasta que todo y cada uno de los países que integran la ONU respeten toda y cada de las resoluciones", enfatizó.
Pedido a la Cruz Roja
La jefa del Estado, quien habló después de que lo hiciera el presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas en Ushuaia, Carlos Latorre, y la gobernadora Ríos informó que el viernes pasado le dirigió una carta al titular de la Cruz Roja Internacional, Yves Daccord, para poder identificar a los caídos durante la guerra que aún no fueron reconocidos. "Cada madre tiene derecho de llorar a sus hijos muertos", expresó y aseguró que pidió el trabajo de la entidad médica para identificar tanto a soldados argentinos como ingleses. "Debemos rendir homenaje a los que murieron del otro lado también", señaló.
"¿Por qué será que la historia siempre se lleva a los jóvenes en los momentos difíciles?", se preguntó la mandataria. La guerra se cobró la vida de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños. "Esos jóvenes que dejaron sus vidas allí hoy tienen para siempre nuestro reconocimiento y la memoria eterna del pueblo argentino".
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