Ante la pregunta de Chiche Gelblung, quien hizo referencia a una supuesta infidelidad del político y un divorcio no concretado con su mujer, la pareja contestó con una mutua risa cómplice: "Yo estaba comiendo con otra persona que estaba chateando y de repente me muestra el Blackberry que decía dicen que te echaron de tu casa. Agustina estaba trabajando en Bahía Blanca. Al día siguiente vos (por Chiche) haces el comentario por radio, la llamo a Agustina y me dice ¿te enteraste lo que dicen?"
"Yo estaba en Bahía Blanca y a los 5 minutos todos decían que Chiche había dicho esto. Y yo contestaba: Yo me fui de mi casa y estaba todo bien", dijo Agustina.
"Lo que no dijimos porque somos buenos es que supuestamente estabas con otra mujer", afirmó Chiche, ante la risa de la pareja.
"En mi casa siempre se habló de política, pero no fue una familia militante. Los dos nos llevamos mal con este gobierno. Yo soy en el centro izquierda", señaló Agustina.
"El peronismo es la fuerza transformadora de hacer cosas, me afilié en el ochenta y pico, en el ámbito empresario es difícil que alguien se manifieste políticamente", sostuvo De Narváez
En un tramo más duro de la entrevista, Francisco De Narváez habló de un intento de suicidio que él tuvo hace varios años: "Yo me quise suicidar en el noventa y pico, tenía 40 años, estaba en el proceso de separarme, fue una secuencia de cosas, venía de una pelea eterna de una familia, con Carlos, mi hermano, era una pelea de poder, no de plata, ese conflicto me produjo sumo estrés, fue sumamente angustiante, y había asumido muchas responsabilidades empresarias para las que no estaba preparado, estaba casado con mi primer mujer y teníamos tres hijos, pero era infeliz. Un día miraba alrededor y no encontraba ninguna razón. Me puse el revólver en la cabeza, estuve varias horas con el revólver encañonado. Estaba en un hotel céntrico, pedí una habitación para no volver, fui desde mi casa, me metí en el Hyatt (ahora Four Season), iba manejando por la avenida y pasaba los semáforos en rojo, estacioné, subí a la habitación. Cuando no llegué a mi casa, Sarita llamó a la policía, me ubicaron, golpearon dos horas la puerta, y cando entraron yo me senté en posición fetal. Empecé a hacer terapia, estaba 50 minutos en silencio, dos meses hice terapia, no podía hablar. Recién al año me pude decir a mí mismo lo que había pasado. Y un día me dije este no es mi lugar. Me fui 70 días al sur a vivir solo a una cabaña, en el lago".
"¿Y vos cómo lo viste cuando lo conociste?", le preguntó Chiche a Agustina: "Era una persona que tenía mucho adentro, pero no lo sabía. No se daba cuenta lo que podía disfrutar", aseguró.
La pareja después se refirió al escrache que le realizaron a Axel Kicillof a bordo de un buquebus hace unos días. "Estoy en contra de cualquier tipo de violencia. Pero lo que siento es que la gente está cansada. Se perdió la ejemplaridad, se piden situaciones a los ciudadanos y después ves que los políticos no hacen lo mismo. No podés comprar dólares, pero después la Presidente alquila un avión de un millón. Empieza a haber una brecha entre si tenés poder y si no los tenés. Si la gente sale a la calle es porque siente que no se la está representando", dijo Agustina. "Lo primero que me identifiqué es un padre con su hijo en brazo, no es algo bueno, mi primera reacción. Luego, lo pongo en un plano más racional, creo que el viceministro se equivoca yéndose del país porque hay una clara idea del gobierno nacional de que esto no podía hacerse. Y en tercer lugar lo que pienso es qué enojada que está la gente", aseguró De Narváez.
En cuanto a la imagen de Cristina Kirchner, Agustina señaló: "En un principio tenía mucha expectativa de Cristina, ahora me cuesta mucho seguirla, la veo con un doble discurso, y no le hace bien la concentración de poder. Tiene una forma que se un poco agresiva".
Fuente;C5N
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