martes, 4 de diciembre de 2012

"El impenetrable": la lucha contra el poder terrateniente sojero en el Chaco paraguayo


El cineasta italiano Daniele Incalcaterra es el autor de “El impenetrable”, un revelador documental, en el que muestra su interminable lucha contra la burocracia estatal, la corrupción y la impunidad de terratenientes sojeros en el Chaco paraguayo.
Codirigido con Fausta Quattrini, su mujer, el documental de Incalcaterra tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Venecia y acaba de ganar el Premio del Público y el Premio Signis (“por su preocupación por el medio ambiente y su revalorización de los pueblos indígenas”) en el reciente Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
La película, que se está exhibiendo en el Espacio Incaa KM 0, Cine Gaumont, y desde el 15 de diciembre también se verá en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), describe el laberinto kafkiano que Incalcaterra está obligado a transitar para recuperar un terreno de 5 mil hectáreas ubicado en el Chaco paraguayo, que está rodeado por alambrados y tranqueras de empresarios sojeros.
“El impenetrable es una región muy extensa y allí la impunidad de los propietarios es tan alta que hasta cierran los caminos públicos con la intención de que no pase nadie. La ironía es que esa región ya no es impenetrable por la espesura de la naturaleza, sino por el abuso de los terratenientes, la situación política y la burocracia”, destacó Incalcaterra.
En una entrevista con Télam, el director de “La Nación Mapuche” y “Tierra de Avellaneda” explicó que “había tanta burocracia y obstáculos que me di cuenta que devolver la tierra a los originarios hubiera sido imposible y surgió la idea de hacer una reserva natural reconocida a nivel nacional e internacional, que además fuera una herramienta de trabajo más fuerte para su reclamo de tierras”.
La idea original de Incalcaterra era devolver a sus dueños originales las 5 hectáreas de tierra que su padre había comprado en 1983, aprovechándose de la usura especulativa de algunos funcionarios del gobierno, que vendieron esos terrenos a extranjeros, empresarios, amigos y militares afines al Partido Colorado del dictador Alfredo Stroessner.
“Esas tierras estaban destinadas a la reforma agraria para pueblos originarios, campesinos o cualquiera que quisiera trabajarlas, pero durante el gobierno de Stroessner más de 8 millones de hectáreas fueron repartidas entre amigos, funcionarios, militares y especuladores. Es el tabú de Paraguay y muchos otros países: el robo de la tierra y su apropiación por empresarios sojeros”, señaló.
“Filmar `La Nación Mapuche` nos hizo tomar conciencia del reclamo de los pueblos originarios y me hizo pensar en devolver las tierras a sus dueños originarios. No quería venderlas porque eran tierras mal habidas y no quería seguir con esa mala herencia, pero ese fue el inicio del calvario de las buenas intenciones”, recordó el cineasta en relación al camino de obstáculos que empezó a transitar.
Uno de los grandes escollos que debió superar fue el poder económico del empresario italiano brasileño Tranquilo Favero, propietario de más de 2 millones de hectáreas de tierras en El Impenetrable paraguayo, además de tener más de 170 mil cabezas de ganado y ser el principal productor y exportador de soja del Paraguay.
“Al poder de los terratenientes se suma la vieja burocracia colorada instalada en el Paraguay desde hace más de 60 años. Son estructuras enquistadas muy difíciles de cambiar, que hacen cualquier lucha un imposible”, advirtió el director, que actualmente se considera persona non grata entre muchos empresarios paraguayos.
Incalcaterra añadió que “además existe en el Paraguay un poder judicial totalmente corrompido que sólo favorece a los terratenientes  y a las multinacionales. Y a eso se suma el poder mediático que, al igual que con Clarín en la Argentina, maneja y manipula las informaciones a su gusto”.
El cineasta, que se declaró “enamorado de la fuerza natural atrapante” del Chaco paraguayo, pudo superar finalmente una a una todas las trabas burocráticas que se le cruzaban en el camino, hasta que el 15 de abril de 2011, tras reunirse con el ex presidente Fernando Lugo, logró que el mandatario dictara un decreto por el cual sus tierras se convirtieron en reserva natural a perpetuidad.
Sin embargo, Incalcaterra advierte que “ese trámite sigue aún hoy y el problema es que ahora, con el golpe institucional que derrocó a Lugo, se están modificando y echando atrás todas sus decisiones. Lo que tenemos es que Franco o el próximo presidente van a atacar el decreto de Lugo para convertir la reserva Arcadia en otras 5 mil hectáreas de pastoreo”, afirmó preocupado.
En ese sentido, el cineasta sostuvo que “ya firmaron una ley de explotación y búsqueda de hidrocarburos en la región, lo cual va a ser peor que el desmonte, porque el petróleo de esa región es muy sucio y hay que limpiarlo al pie de cada pozo, causando un enorme desastre ambiental”.
“Justo debajo de esas tierras existe un acuífero que cubre una parte de Bolivia y Argentina. Eso es lo más preocupante, porque estamos poniendo en peligro un elemento vital que es el agua”, agregó.

1 comentario:

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