martes, 13 de noviembre de 2012

Alejandro Awada compone en "Días de pesca" a un hombre que quiere cambiar su vida


Alejandro Awada es el protagonista de la nueva película de Carlos Sorín, que se estrenará este jueves y en la que compone, con sutileza y talento, a un ex alcohólico que viaja a la Patagonia para tratar de reencontrarse con su hija.
“Es un hombre que quiere transformarse, dar una vuelta de página con respecto a su historia y empezar a estar conectado a una pulsión de vida, aunque no sé si lo logra. Es muy importante la relación con su hija, porque encuentra a alguien que no conocía, y aparece un nieto y un mundo emocional que no imaginaba hasta ese momento”, explicó Awada en relación a su papel.
En una entrevista que mantuvo con Télam en San Sebastián, donde la película concursaba por la Concha de Oro de la Competencia Oficial, el actor señaló que su personaje “es un hombre que está en un momento de inflexión, pero qué le puede suceder no lo sabemos. La película deja librada a la interpretación del espectador cuál va a ser su porvenir”.
Se trata de uno de los papeles cinematográficos más importantes de Awada, en el que el actor compone con mínimos detalles a un hombre calmo, aparentemente equilibrado, en cuyo interior se gesta en silencio una tormenta de emociones que el contacto con sus seres queridos hará aparecer inesperadamente.
Su personaje es Marco, un viajante de comercio de 52 años que decide intentar cambiar el rumbo de su vida después de un tratamiento para desintoxicarse, para lo cual viaja a Puerto Deseado con la excusa de aprender a pescar tiburones, pero con el objetivo de reencontrarse con Ana, su hija, a quien no ve ni sabe nada de ella desde hace muchísimos años.
Destacado intérprete de cine, teatro y televisión, Awada consideró que “es probable que `Días de pesca` signifique mucho en mi carrera y que ocurra algo interesante a partir de ella. Mi deseo es ese, pero también transitar un mundo cinematográfico y teatral de primer nivel y seguir creciendo como actor y como persona”.
“Para eso -destacó el actor- se necesita estar muy atento. Y tener cierta intuición para elegir cuál proyecto es el que mejor te calza. Sin embargo, en el caso de Carlos Sorín, yo sabía de antemano que sería una experiencia de vida exitosa”.
Awada tuvo papeles de distinto compromiso dramático en películas como “Nueve reinas”, “Un amor de Borges”, “Whisky Romeo Zulú”, “La suerte está echada” y “La araña vampiro”, mientras que televisión participó de las series “El Paraíso” (que se vio este año por Canal 7), “Poliladron”, “Nano”, “Hombres de honor”, “Sos mi vida” y “Los exitosos Pells”, entre otros.
Muy satisfecho con el papel que le tocó encarnar en “Días de pesca”, Awada se reconoció un admirador del director de “La película del Rey”, “Historias mínimas” y “El gato desaparece”, y señaló: “Admiro profundamente toda su filmografía y su conocimiento cinematográfico, pero especialmente su calidad humana e inteligencia”.
“Considero que Sorín posee una narrativa muy particular y única, propia, personal, distinta, y eso lo noto en la presencia permanente de sus mundos íntimos. La suya es una narrativa minimalista en la que con poco logra narrar mucho y ser muy preciso”, destacó Awada acerca de la formar de trabajar del director.
Y agregó: “Su pasión es la necesidad profunda de captar el instante. Su cine está en función de la narración de cada pequeño instante al servicio de una totalidad”.
“En lo que a mi respecta, me puse enteramente a su disposición, entendiendo con quién estaba laburando. Así, me propuse casi obsesivamente tocar con sencillez la nota que había que tocar, ni más ni menos. Trabajé mucho en ese sentido, porque ya desde el guión me di cuenta que se trataba de un mundo sutil”, recordó el actor.
En ese sentido, añadió que “una vez que comprendí el espíritu del personaje, mi trabajo se hizo más sencillo. Siempre me ocupo por comprender qué es lo que el director quiere, y una vez que eso sucede, el ida y vuelta es muy fluido”.
En relación a la geografía árida y ventosa de la Patagonia, el actor consideró que “el espacio es verdaderamente extraordinario, una inmensidad bella, con gente muy amable y cordial. El rodaje fue una experiencia de vida muy enriquecedora y el lugar me dio la posibilidad de concentrarme en mi trabajo sin ningún tipo de distracción”.

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