domingo, 26 de agosto de 2012

Hadad volvió a Radio 10 y espera venderla


Un enorme tablero de ajedrez descansa en el centro del despacho de Daniel Hadad, en las oficinas originales de Radio 10, en Uriarte y Nicaragua. Gigantes piezas de madera quedaron congeladas en una jugada de jaque mate en pocos movimientos. Perfecta metáfora para las negociaciones por el traspaso del grupo de radios –Radio 10, Mega, Vale, TKM y Pop– que hace pocos meses le vendió a Indalo, del empresario Cristóbal López.
La operación de venta de las radios y el canal de cable C5N se negocia desde mediados de 2011: fracasó dos veces, pero finalmente se concretó a fines de abril, aunque no definitivamente porque Hadad retomó el control de Radio 10.
En junio trascendió que el periodista Javier Romero sería el nuevo gerente de noticias de la radio. En minutos se desató una rebelión de las estrellas más escuchadas del país, que lo acusaron de comisario político del empresario K: Oscar González Oro lo tildó de “nefasto”, Marcelo Longobardi pidió que “no arruinen la radio”, y Eduardo Feinmann anunció que “no iban a manejar sus contenidos”. Los tres seguían respondiendo a Hadad, que el 30 de julio pasado mudó sorpresivamente y en tiempo récord toda Radio 10 al viejo edificio de la emisora, en Palermo. Se instaló en su oficina del tercer piso, desde donde sigue el minuto a minuto de los contenidos. Llega a las 9 de la mañana y se va a última hora.
¿Por qué Hadad se acuarteló en la radio y no cede el control? En la 10 dicen que si bien Cristóbal López compró C5N y tomó el control (sumó conductores y programación, e incluso avanzó con una línea editorial marcadamente oficialista), Hadad seguirá conduciendo el grupo de radios hasta que la Afsca (autoridad de aplicación de la Ley de Medios) apruebe la compra. En la emisora se habla de que será “antes de noviembre”.
Pero, según fuentes del Gobierno, aún no está claro si eso sucederá, porque “el grupo de radios no se pliega a las exigencias de la nueva ley”, y por lo tanto no se puede vender. Según el artículo 41 de la Ley 26.522 (la Ley de Medios), las autorizaciones y licencias de servicios audiovisuales son intransferibles a menos que esté en peligro la “continuidad del servicio”. Así y todo, en los pasillos de Radio 10 confían en que la venta se aprobará.
López ya transfirió US$ 24 millones por C5N y adelantó el 30% del mismo monto por el grupo de radios. Cuando se instrumente completamente la cesión accionaria, le cederá el otro 70% a Hadad.
Algunos empresarios que desayunan en la zona de Puerto Madero con Cristóbal aseguran que el empresario repite que en el contrato de compra existe una cláusula que fija 180 días desde su firma para “cerrar” definitivamente la operación. Ese plazo concluye a mediados de octubre, por lo que López debería pagar lo que falta a Hadad, quien debería abandonar el control de la radio. Aunque en los pasillos de Radio 10 aseguran que Hadad no está del todo seguro de que la Afsca apruebe la venta de sus radios y por eso decidió no abandonar la gerencia, hasta que “todos los papeles estén en orden”. Es imposible pensar que una venta de esa magnitud no estará “auditada” por las más altas esferas del Gobierno. ¿Ordenarán que el Afsca la autorice? ¿Hadad, consciente desde hace mucho de esas contradicciones legales, las usará en su beneficio?
Cristóbal López, ahora también busca ajustarse a las exigencias de la Ley de Medios para poder tomar el control de las radios. Su Grupo Indalo controlaba una compañía de transporte en Neuquén, que le impedía comprar las AM por manejar más de un servicio público, una de las nuevas exigencias de la Ley de Medios. Pero el Concejo Deliberante neuquino aprobó hace una semana la operación en la que Indalo se desprendió de la empresa –Autobuses Santa Fe–, y ahora avanzará con la presentación de documentación ante la Afsca para que no haya una traba legal para cerrar la compra.
La guerra entre empresarios ya provocó algunos cambios de autoridades. José Luis Pagano, histórica mano derecha de Hadad en la 10 se apartó de ambos grupos para sumarse como gerente general de radio La Red, del grupo Vila-Manzano.
Los que participaron de las negociaciones aseguran que López y Hadad no tienen la mejor empatía. Desconfían, se miden y muchas veces hablan a través de sus segundos. Sólo se sabrá en qué manos quedará el grupo de radios más escuchadas del país cuando la Afsca resuelva la compra, o cuando alguno de los empresarios en guerra haga, en este complejo ajedrez, la movida final.


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