La Obra social de los boxeadores sin boxeadores Por Micaela Cicioli

OSBARA es la Obra Social de Boxeadores Agremiados de la República Argentina y la sede del gremio queda solamente a dos cuadras de la Federación de Boxeo, en Medrano 167. Su presidente, Jorge “El Gallego” Fernández, la fundó en 1989. Lo curioso es que aunque tiene 11.000 afiliados ninguno de estos es boxeador.

En la entrada del lugar dice bien clarito y bien grande “OSBARA, obra social de los boxeadores”. En la planta baja, un salón casi a estrenar con sillas y mesas. En el primer piso algunos ambientes utilizados como oficinas y algunas computadoras. Estuvimos allí y entrevistamos a “El Gallego” Fernández, presidente de OSBARA:

- Que lindo el salón, que pena que no lo usen.

-Este salón es para los boxeadores, así que cuando quieran el lugar está para usarlo.  Hace tiempo siempre venían los entrenadores a comer asados, los pesajes se hacían acá, pero con el tiempo dejaron de venir.

-¿Y por qué dejaron de venir?

-Y… la verdad que no se. Antes los mandaban a l@s chic@s a afiliarse, pero con el tiempo todo cambió y no vinieron más. La culpa es de los entrenadores porque no le dicen a l@s boxeadores que pueden atenderse acá.

-Si un/a boxeador/a viene ¿Qué servicio le prestan?

-Como en todas las obras sociales para acceder al servicio, primero hay que estar afiliado.

-Ah! ¿Y cómo puedo afiliarme para poder atenderme?

-Venís con la licencia de boxeo, el DNI y el titular paga 37 pesos por mes. Nosotros nos manejamos con VIA RED MEDICA. Son sanatorios por varias partes de capital y gran Buenos Aires donde accedés a todos los servicios. Si el titular quiere agregar a la familia, son 31 pesos por mes más por cada integrante. (Precios del año 2007).

-¿Significa que yo pago 37 pesos y tengo todos los servicios? Si me resfrío ¿me atienden? ¿Si en una pelea me lastimo también?

-Sí, tenés acceso a todo. Inclusive si te agarra alguna enfermedad como HIV o cáncer, existe un fondo de subsidio otorgado por la superintendencia de la Nación destinado a pagar los tratamientos. Ese fondo se genera por un porcentaje que depositan por ley todas las obras sociales para ese fin.

-Pero un boxeador aficionado ganando 60 pesos por pelea es medio descabellado pedirle que pague 37 a la obra social. Y en el convenio dice que el amateur puede afiliarse de manera gratuita.

-Si, lo que pasa es que nadie paga. Nosotros nos mantenemos de esas 11.000 personas que utilizan nuestro servicio sino estaríamos quebrados. Porque nadie paga. Acá también tendrían que depositar en una cuenta del banco Nación l@s promotores y nadie deposita nada. Inclusive l@s organizadores de boxeo amateur tendrían que depositar una parte de las ganancias, pero nadie lo hace. Ya hace 6 años le hicimos un juicio a Rivero. Llegamos a un arreglo por 30.000 pesos, dinero que invertí en el salón de abajo. Pero hoy hace como 5 años que sigue sin aportar. En el convenio dice que son partes intervinientes, la convención de boxeadores, l@s promotores y la Federación figura como veedora. O sea, que se tienen que encargar de que los implicados depositen el dinero y tampoco lo hace.

Ahora, el tema no es nada fácil. Tuvimos acceso al convenio laboral que presentado cuando fue fundado el gremio.

El convenio laboral es una especie de “contrato” entre los trabajadores y su empleador. En el convenio figuran seis categorías de remuneraciones. Las de título argentino e internacional figura a licitar, pero establecen un mínimo. Del sudamericano se olvidaron de ponerlo ¿o formará parte de internacional?, no lo sabemos. Y preliminares, semi fondistas y fondistas (el último debería percibir además de la bolsa, un porcentaje de la recaudación total de la velada pero no está especificado el porcentaje). Todavía hoy todo esto, sigue figurando en australes.

Hurgando en todo esto nos dimos cuenta que el tema no es tan complejo, solamente hay que entenderlo. Este convenio se basó en las leyes 23660 y 23661. Y acá está el problema, porque estas leyes están armadas para trabajadores en relación de dependencia. Esto significa que dependen de un/a patrón/a. En el caso del boxeo el/la patrón/a podría ser el/la promotor/a, que según el artículo Art.16.a) de estas leyes, debería aportar una contribución equivalente al cinco 5% de la remuneración de los/las trabajadores que presten servicios, o sea del total de la recaudación de cada velada. También el/la boxeador/a debería aportar un 3% de su bolsa para la obra social y un 2% para el gremio.

Más allá de esto, el error reside en que no perciben un sueldo mensual. Hay boxeadores como Cuenca, el pupilo de Mario Tedesco, que no pelea hace ya varios meses pero está pronto a disputar un título del mundo. O sea, continúa en actividad pero no percibe dinero porque no pelea. Entonces ¿cómo plantear esta cuestión?

Pero, ¿qué hay de los preliminaristas que ganan 400 pesos y no todos los meses? Y acá es donde empezamos a meternos en la encrucijada.

En agosto de este año, el gobierno sacó la ley 26337. Que es una ley especial de obras sociales. La puja fue promovida por el sindicato de las actrices y actores, que igual que los/las boxeadores, no trabajan en relación de dependencia sino de manera temporal. Fuentes de otros sindicatos, aseguran que se puede ajustar el convenio actual de los/las boxeadores por uno que se ajuste a la realidad del boxeo. Las actrices y actores se manejan con un fondo común que es proporcional a las ganancias de cada uno, y gracias a ese fondo común tod@s l@s actores y actrices tienen acceso a una muy buena obra social. Héctor Presa, fundador de “La Galera” un teatro para niños, es actor, hace unos años tuvo que operarse y lo hizo a través de la obra social de su gremio, que por cierto “es muy buena”, contó.

Acá arranca la segunda parte de la historia. En una extensa charla con Fernández él se comprometió a trabajar en este tema, hasta pidió ideas y ayuda porque es obvio que solo no puede. La idea sería lograr un convenio laboral acorde con la actividad y establecer una nueva escala de salario para l@s boxeadores, porque con las reglas que establece el sindicato es lógico que ningún boxeador/a quiera afiliarse. Realmente es una vergüenza que hoy en día con un 25% de inflación en el país los boxeadores continúen cobrando lo mismo que hace muchos años.

Sea como sea, siempre en todos los aspectos de la vida hay que intentar lograr lo que se cree justo y si esta inquietud no surge de l@s damnificad@s, nadie se preocupará por ell@s. La realidad es que un verdadero cambio implica mucho de trabajo.

Es muy interesante el/la boxeador/a, porque tiene temperamento, se la aguanta (o por lo menos eso aparenta), pero a la hora exigir lo que le corresponde, se vuelve dubitativo, frágil o simplemente no hace nada. No hay que esperar todo de arriba, hay que comprometerse con las causas sociales, siempre existe la manera de que las cosas sean mejores. Y la solución es generar mecanismos para que no se llegue a la instancia de un juicio. A conciencia, para que no hallan malos entendidos y poder lograr un acuerdo entre todas las partes implicadas como para que no sea todo tan desparejo.