"Genera desconfianza que un dirigente pueda ser candidato tanto del oficialismo como de la oposición". La frase pertenece a Gabriel Mariotto, el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires y uno de los principales relatores del proyecto.Esas palabras encierran en sí misma la decisión del kirchnerismo de optar por los más "leales a la causa" como candidatos, más allá de lo que midan en las encuestas previas.
En ese sentido, el armado de las listas en la provincia de Buenos Aires es el principal desafío para la Casa Rosada. Y tal como quedó en claro en los últimos días, será la propia Cristina Kirchner la que se ponga al frente de la campaña en territorio bonaerense.
Las últimas presiones veladas al gobernador Daniel Scioli, y la minimización del peso de Sergio Massa en el escenario electoral, revelan la estrategia oficialista de cara a octubre, donde deberá renovar las 11 bancas obtenidas en 2009. Y como el piso al que tiene que acceder para lograr ese objetivo no es demasiado alto, todo parece indicar que no será necesario ceder espacios de poder a sectores "no del todo comprometidos" con el modelo.
Está claro que las listas las armará la Presidente, tal como se han encargado de señalar una y otra vez desde el núcleo duro del oficialismo. Y en ese camino, aparecen algunos nombres del entorno más cercano.
Los ministros Florencio Randazzo y Alicia Kirchner surgen a la cabeza de las posibilidades. El titular de la cartera de Interior y Transporte, al frente del manejo de los trenes, ha levantado su perfil en los últimos meses. Y pese a que en algún momento había descartado públicamente saltar al Congreso nacional, la semana pasada dejó en claro que iba a estar "en el lugar que diga la Presidente".
El caso de la ministra de Desarrollo Social es diferente. Número puesto a principio de año, el repudio que sufrió en una de sus visitas a La Plata tras las trágicas inundaciones del 2 de abril pusieron un freno a su candidatura. Por ahora, la hermana del ex Presidente no tiene el domicilio legal en la Provincia, aunque ese no sería un obstáculo. Y nadie descarta que el peso del apellido Kirchner encabezando una lista pueda terminar por inclinar la balanza.
Con menos cartel que los anteriores, pero con fuerte aceptación en Olivos aparecen Martín Insaurralde y Juliana di Tullio. "Soy parte de un proyecto colectivo y la Presidente decide en qué lugar vamos a estar cada uno", afirmó hoy el intendente de Lomas de Zamora al diario Tiempo Argentino.
Definido en el entorno más cercano a la Presidente como "el Massa bueno", muchos apuestan a posicionarlo como la contrafigura del jefe comunal de Tigre en el escenario electoral de cara a octubre.
Di Tullio, en tanto, saltó a la presidencia del bloque kirchnerista en Diputados tras la designación de Agustín Rossi al frente del ministerio de Defensa.
Con bajo perfil en 2009, ocupó el puesto 15 de la lista que aquel año estuvo plagada de testimoniales, y que encabezó el propio Néstor Kirchner. Pero fue creciendo en la labor legislativa hasta convertirse en uno de los kirchneristas de mayor peso dentro de la Cámara baja, por lo que se descarta que irá por la renovación, aunque difícilmente lo haga encabezando la nómina de candidatos.
Un par de "peso pesados" que deberán renovar su lugar en el Congreso son Diana Conti y Carlos Kunkel. Defensores a ultranza del Gobierno y del apellido Kirchner, su "fundamentalismo" son una traba para ser la cabeza de la lista, pero está descartado que conformarán el núcleo duro de la campaña.
Más allá de algún otro nombre que pueda aparecer en laspróximas semanas, el kirchnerismo saldrá a la cancha en la Provincia con estos protagonistas como principales figuras, apuntando su campaña al conurbano, donde está el porcentaje más alto del electorado.
Convencidos de que tienen un piso asegurado cercano al 30% (lo que le permitiría al Frente para la Victoria al menos retener las bancas obtenidas en 2009), la Presidente apostará a que su presencia en la cancha como oradora de los principales actos respalde la lista kirchnerista, y pueda traccionar algunos puntos más que le permitan ganar la elección. Todo, prescindiendo de Sergio Massa, y limitando el campo de acción de Daniel Scioli.
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