viernes, 4 de marzo de 2011

Alberto Cabrera PARAFRASEANDO A JAURETCHE: ¿LOS ARGENTINOS SOMOS SONSOS?

 
                          
PARAFRASEANDO A JAURETCHE: ¿LOS ARGENTINOS SOMOS SONSOS?
 
La Constitución Nacional en su artículo 25 expresa: El Gobierno federal fomentará la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes.
 
A la falta de compromiso de una dirigencia seria, responsable y patriótica en la Nación Argentina indudablemente siempre ha fracasado su política de Relaciones Exteriores. Lo que muestra la vulnerabilidad y permisividad en lo atinente a sus políticas de inmigraciones y emigraciones. Por citar algunas, pues podríamos seguir diciendo la falta de capacidad negociadora demostrada a través de la historia. No solamente hemos perdido la poca identidad nacional que teníamos sino que deambulamos sin encontrarla y para nada ayuda a resolver nuestros problemas la radicación de distintas corrientes migratorias del mundo ni en lo educativo ni en lo cultural ni en lo económico. Claros ejemplos, la adquisición de grandes superficies de tierra en todo el país por parte de empresas o ciudadanos norteamericanos, ingleses, franceses y de otras nacionalidades, lo que a l a postre significa un invasión extranjera. Y ahora lo último: Los Chinos. ¿Qué consigue la Argentina fomentando la inmigración comercial de China en nuestro país? Por que la Constitución Nacional en su artículo 25 habla de europeos que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes, que nada tiene que ver con el presente. ¿Dónde está el negocio de la Argentina que vende a China alimentos a granel sin valor agregado y le compramos tecnología barata y reciclada convirtiéndonos en un futuro basurero nuclear. En lo cultural y educativo no importamos inteligencia e intelectualidad china, todo lo contrario importamos aún más pobreza presionando aún más con cargas de asistencia social que el Estado argentino debe soportar en desmedro de sus habitantes. Sabido es que cada inmigrante que viene trae en su mochila un racimo de cultura histórica, de vida y costumbre, que nada tiene que ver con nuestra idiosincrasia, no se trata de discriminar o xenofobia se trata de defender lo nuestro tal como lo hacen todas las naciones. El interés nacional y la defensa de la Soberanía cultural, laboral, geográfica está por sobre cualquier interés sectorial o personal del país. Se debe primar a los argentinos por sobre cualquier acción exterior que nos permita recuperar nuestra identidad nacional tan desgastada. ¿Es Xenofobia o discriminación exigir condiciones para el ingreso y el egreso de nuestro país o establecer condiciones formales para ser ciudadanos argentinos? ¿Cómo es posible que prácticamente sin ningún requisito obtengan documentos de identidad como ciudadanos argentinos? ¿Por qué no invertimos la ecuación y vemos que pasa con un argentino en países como Estados Unidos o Inglaterra o China? No es difícil sacar el resultado. En la naturaleza el pescado grande lo come al más chico y en las políticas de las naciones siempre ocurrió lo mismo. ¿por qué no alertar entonces el cuidado que se debe tener con este tipo de relaciones? Salvo casos que a la dirigencia argentina gobernante no le interese ser Soberana, Libre e Independiente. Estadísticamente comparar China con Argentina en el plano demográfico poblacional, su densidad, su Pib, su capacidad militar, su nacionalismo a ultranza, su alta tasa de natalidad, son superiormente mas fuertes que las nuestras. Su forma de producción basado en la explotación infrahumana que es sometido el pueblo marcan altas diferencias.
 
¿Los argentinos queremos ser iguales? La respuesta es contundente. NO. Esto no es xenofobia ni discriminación, es simplemente defensa del interés nacional que debe ser propuesto inexorablemente por una clase dirigencial capaz, patriota pero fundamentalmente no corrupta que piense más en la Nación Argentina y no en réditos personales o sectoriales. Así soñaron San Martín, Belgrano, Rosas, Güemes y tantos otros patriotas para nosotros, devolverles un mandato histórico. Es hora que la Argentina recobre su identidad y haga prevalecer sus derechos, si no debemos preguntarnos como lo hizo Jauretche ¿Los Argentinos somos Sonsos?
 
 
 
 
 

1 comentario:

  1. Si es cierto Alberto, no hay duda que lo que usted propone, es nada mas y nada menos lo que piensa, cualquier argentino que siente y ama su patria, hasta en las entrañas el dolor que le causa tal desidia, apatia o desinteres

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